Las estampas de este año
“RIU RIU, LA VIDA AL RIU”
Lugar: Plaza San Pedro
Participantes: A.E.I.G. Pintor Viladrich y Movimiento Infantil y Juvenil de Acción Católica Junior Fraga
En esta estampa se quiere reflejar un día a día de nuestros bisabuelos, todos ellos haciendo tareas necesarias para poder vivir, siendo el foco principal nuestro Rio Cinca.
Representamos a “les Aiguadores”, mujeres que se encargaban de ir a buscar agua con “los cantes” en la cabeza. También podemos ver a las Lavanderas aprovechando el agua del rio para lavar con jabón de casa. Mientras cada una hacia su faena no podían faltar les “charraetes al carre”.
No podemos olvidarnos de nuestra rica agricultura representada con “la hortalicia” y los árboles frutales, buenas tierras al lado del rio.
Hoy en día se está reconociendo y valorando el trabajo diario que hacían con nuestro traje, que ya inmortalizó el pintor Miguel Viladrich a principios del siglo XX en sus cuadros llevando nuestra cultura y tradición por todo el mundo.
“LOS GIGANTS DE FRAGA”
Lugar: Plaza San Pedro
Participantes: Colla de Gigants de Fraga
«Fes-te una foto en los mes gigants de Fraga» y disfruta con sus bailes populares.
“CHARRAN MENTRES COSIM AL CARRE”
Lugar: C/ San Sebastián
Participantes: Asociación de Fibromialgia y Fatiga crónica del Bajo Cinca
Antiguamente las mujeres y hombres, después de comer se sentaban en la calle, unas cosían o hacían labores, otras jugaban a las cartas, y otras hablaban comentando lo que pasaba por el pueblo. Y los hombres se encargaban de desgranar el maíz.
“LO CULTIU DEL COTÓ A FRAGA”
Lugar: C/ San Sebastián
Participantes: Asociación Amas de Casa La Sultana del Cinca
El Plan de Cultivo de Algodón para todo el país llegó a Aragón a través de la Algodonera del Ebro, con sede en Zaragoza. La simiente procedía generalmente de Estado Unidos y Egipto.
El algodón era un producto de aprovechamiento integral, ya que, al margen de la hilatura, las semillas servían para fabricar aceite y pienso para el ganado.
El cultivo del algodón significó una importante fuente de ingresos para la economía familiar fragatina y fue el preludio de una importante etapa: el cultivo de frutales.
“FEM MOSTILLO DE MEL I TAMBÉ FEM ARNES I CANISSOS”
Lugar: Plaza Nueva
Participantes: Hogar y Centro de Día de Personas Mayores del IASS
En esta estampa se muestran los utensilios antiguos relacionados con el proceso de extracción y aprovechamiento de la miel. Disfrutamos en directo de la elaboración y cata del mostillo, un dulce que se hacía con el aguamiel resultante de limpiar los restos de miel que quedaban en las colmenas (bresca), añadiendo almendras, nueces, piel de naranja y harina. (Los ingredientes se pueden ver en un cartel en la Estampa). Se explicará el arte de fabricar las arnas (colmeneros de caña) y los cañizos, presenciando en directo la elaboración de estos últimos, pudiendo observar a abejas vivas, con una reina.
“ENCAISONEM FIGUES”
Lugar: C/ Santo Domingo (Quatre Cantons)
Participantes: Comisión de Fiestas
Durante mucho tiempo el principal cultivo en Fraga eran las higueras, siendo los higos de Fraga conocidos y famosos por lo bueno y melosos que eran. Gracias a la calidad de los higos y la artesanía con que los envasaban, los higos secos de Fraga se vendieron por toda España y el extranjero, consiguiendo Fraga gran fama por ellos y asociándose el nombre de Fraga a los higos secos.
En Fraga se cultivaba principalmente el higo blanco, que de verde pasa a amarillento al madurar, y al secarse cambia a blanco.
Los higos secos buenos, la mayor parte, formaban la «partida», que se vendería luego a los almacenes de higos. El producto más selecto, los higos mejores, limpios y blancos, se les llamaba higos de flor, que se pagaban a mejor precio.
Los higos cundían para todo. Guardaban una buena cantidad de la calidad inferior (higos comunes) para los animales de la casa guardándose los «figalls» (higos abiertos al madurar) y los que tenían más miel para casa, para el invierno. El resto de higos de baja calidad (comunes) se vendía para fabricar alcohol.
La recolección de los higos empezaba tras pasar la Feria y Fiestas de San Bartolomé, el 24 de agosto, y duraba algo más de un mes.
Normalmente se hacían tres recogidas, una cada 8 o 10 días, siendo tarea de los hombres.
Solo pasar la fiesta del Pilar ya empezaba la temporada de envasar o encajonar los higos secos: los almacenes empezaban a comprar partidas de higos que los agricultores ofrecían para vender, y las mujeres fragatinas se contrataban en los almacenes para la labor de su envasado. La mayoría de las mujeres de Fraga, entre 15 y 60 años, trabajaban en la labor de envasado de higos, recordándose hasta unas 300 mujeres por temporada. También había algún hombre, dedicado especialmente a montar los cajones de madera, aunque también lo hacían mujeres.
Los almacenes encargaban a ciertas mujeres la labor de «corredoras» que consistía en ir por las casas a inspeccionar las partidas de higos y comprarlas para el almacén.
Para el envasado, las mujeres se sentaban en mesas especiales, diseñadas para este trabajo. Para que no se tuvieran que levantar, una mujer, que trabajaba «de dreta» (de pie), las servía, tomando higos del montón y poniéndolos sobre la mesa y retiraba los cajones llenos. Cada mesa tenía 6 u 8 «pasterons» que eran unos cajones bajos superpuestos a la mesa.
Las mujeres iban escogiendo los higos, los aplanaban y apilaban, haciendo «barras» (como columnas de higos), que iban poniendo ordenadas en los cajones, en distintas capas o tapas. Los más blancos los guardaban para la capa de encima, en la que, además, elaboraban «mostres» o figuras decorativas y adornos con los higos, a las que daban nombres como: la botella, la Virgen del Pilar, el tejado, espigas, conchas,… etc, a base de doblar y combinar los higos de diferentes formas, haciendo dibujos.
Durante muchos años la higuera ha sido la base de nuestra agricultura. Es un árbol de gran tamaño, de hojas grandes y abundantes de ramas ásperas y débiles; es un árbol sufrido, que pide poco: no necesita riego ni poda, ni sulfatos ni abonos ni cuidados especiales. Puede estar en cualquier sitio o rincón del campo, o en los ribazos. Suele vivir muchos años; si se hiela, se corta por la cruz, y en dos años ya se vuelve a tener higuera. Las más viejas, de troncos muy grandes, a veces quedan con el tronco hueco, viviendo solo a través de su corteza, y los niños la aprovechaban para esconderse en sus juegos.
“LA TABERNA DE TOMÁS”
Lugar: Zona C/ Parroquia.
Participantes: Asociación de Amigos y Vecinos del Casco Histórico
La taberna, lugar de encuentro en el que parroquianos habituales, clientes nuevos o aquellos que estaban de paso eran bienvenidos, bien para refrescarse haciendo una breve parada, para pasar toda la tarde en la partida de cartas, charrando o dejándose envolver por el ambiente musical que ofrecían las gentes del lugar.
Mistela, licor de guindas, ratafía, … y demás licores artesanos se servían en la Taberna de Tomás.
“ENSEÑEM LO CANIS DELS NOBIOS”
Lugar: C/ Tamarite de Litera /Santa Catalina (Zona de la Parroquia)
Participantes: Grupo de “Jaies fragatines”

Estampa basada en una de las costumbres fragatinas que se hacían para las bodas. Ocho días antes de la celebración se iba a las casas de los invitados a recordar la hora y el día de la boda y a comunicarles si harían comida o “solo” un refresco. Y a invitarlos personalmente para ir a ver la ropa y/o ajuar de los novios.
La ropa la exponían en un cuarto con dos o tres cañizos tapados con una sabana. Normalmente era una docena o dos de cada cosa, como sábanas, camisas, ropa de medio luto, pañuelos, toallas y calzoncillos de los tejidos y telas que había en esa época como hilo, algodón y cáñamo, y todo cosido y bordado con las iniciales por la novia. Estaban invitados a verla los parientes, vecinos y amistades y se enseñaba durante tres días.
“PAREM PA FE UNA MOSSAE”
Lugar: Zona C/ Santa Catalina
Participantes: Asociación La Magia Cultural del Bajo/ Baix Cinca

La Asociación la Magia Cultural, propulsora de La Fraga Medieval, y colaboradora en la creación de Estampas para el día de la Faldeta, este año propone representar el merecido descanso breve a media jornada, para reponer fuerzas.
La sociedad fragatina, en su mayoría campesina en el siglo XIX, vestida con ropa de trabajo, y cubriendo la cabeza con un pañuelo anudado en la cabeza, se reunía al derredor de un fogaril, o en un cobertizo, para repartirse longaniza, sardinas de cuba, queso, y pan. Siempre acompañados de una bota, porrón o botella de vino. Era un momento de socialización entre familiares y vecinos, que en las labores del campo se acostumbraba a compartir tareas. Era costumbre también, sacar alimentos caseros como coca, coc, pan de higo, frutos secos, o rosquillas hechas por las dueñas de la casa y compartirlos, especialmente con los niños.
La foto representa ese momento mágico de acumular nuevas energías para continuar con las tareas del campo. Su autora es Bárbara Lligadas Muñoz, recogiendo una estampa común en todas las localidades rurales. Bárbara Lligadas es antropóloga, y politóloga, natural de Viladecans.
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L’Associació la Màgia Cultural, propulsora de La Fraga Medieval, i col·laboradora en la creació d’Estampes Fragatines per al dia de la Faldeta, proposa aquest any representar el merescut descans breu a mitja jornada dels pagesos, per reposar forces.
La societat fragatina, majoritàriament agrícola al segle XIX, vestida amb roba de treball, i cobrint el cap amb un mocador nuat al cap, es reunia al voltant d’un fogaril, o en un cobert, per repartir-se llonganissa, sardines de cuba, formatge i pa. Sempre acompanyats d´una bota, porró o ampolla de vi. Era un moment de socialització entre familiars i veïns, que a la feina del camp s’acostumava a compartir tasques. Era costum també, treure aliments casolans com coca, coc, pa de figa, fruita seca, o rosquilles fetes per les propietàries de la casa i compartir-los, especialment amb els nens.
La foto representa aquest moment màgic d’acumular noves energies per continuar les tasques del camp. La seva autora és Bárbara Lligadas Muñoz, recollint una estampa comuna a totes les localitats rurals. Bárbara Lligadas és antropóloga i politóloga, natural de Viladecans.